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Innovar en pensiones

«Artículo del día» en El Periódico de Aragón del lunes 22 de mayo de 2017

Por José Luis Orós

El debate de las pensiones, va mucho más allá de pensiones públicas y/o pensiones privadas.

La premisa principal es que el Estado debe garantizar un subsidio económico, con el que cualquier ciudadano pueda vivir dignamente –pensiones no contributivas–. Otra premisa es que las cotizaciones por trabajo durante la vida laboral, configuren la cuantía de la pensión –llamada en este caso contributiva–. Pero tengamos en cuenta que las cotizaciones que hacemos los trabajadores de hoy, no se guardan en ningún sitio, si no que con ellas se pagan las pensiones de los jubilados de hoy: en España tenemos un sistema solidario de reparto.

Por otra parte, las aportaciones a planes privados de pensiones, son una fórmula de ahorro para la parte de la población que tiene el privilegio de disfrutar de ingresos constantes durante su vida o dispone de un patrimonio suficiente. Actualmente la mitad de las familias en España no pueden ahorrar según el CIS.

Durante años, para calcular pensiones, hemos configurado una ecuación con unas variables evidentes: número de cotizantes (en descenso), cuantía de la cotización (en descenso), pirámide demográfica (desfavorable), años cotizados (menos, por el paro), ahorro personal, años de ahorro, intereses, vida media del ciudadano (en aumento)… Las personas que trabajan en el mundo del ahorro indican con lógica matemática, que todas las variables vaticinan un colapso del sistema de pensiones en no mucho tiempo.

Parece que se podrá garantizar una pensión mínima –cada vez más mínima–, pero que si no lo resolvemos, los próximos jubilados después de trabajar un porrón de años, vamos a tener una vejez muy cruda porque el importe de la pensión media bajará notablemente y el ahorro es imposible para el 50% de las familias.

cartel generico

Los expertos hacen bien su análisis, pero en pensiones en este momento, más que análisis se necesitan propuestas: propuestas sociales. Sí, hay que hacer política, aunque eso no se estila.

En materia de pensiones, hay una mirada al limbo prolongada, para evitar tomar decisiones. Nuestros políticos convocan al Pacto de Toledo, y durante meses técnicos expertos en planes de pensiones procuran inspirar a sus señorías… Y como no les sale la ecuación de las pensiones, equilibran la igualdad a martillazos: «Y como me faltan 8.000 millones, lo resuelvo con este nuevo impuesto» o «emito Deuda Pública, y solucionado». Son ñapas de urgencia, cortoplacistas, ruinosas y en contra de todos los criterios presupuestarios de la Comisión Europea.

Si la ecuación es irresoluble con las variables existentes actualmente, la solución pasa por incorporar nuevas variables que se deben de establecer con la lógica del siglo XXI: deben ser variables perdurables y no efímeras, necesarias y no superfluas, que tengan un valor económico a nivel individual y también a nivel macroeconómico. Si a estas condiciones evidentes sumamos la posibilidad del uso de la tecnología personal para la medición de dichos factores, perfectamente nos podemos plantear un escenario, en el cual enfoquemos nuestro objetivo con los objetivos principales de la humanidad en los próximos decenios: la simple supervivencia del planeta.

Alimentar a todos los habitantes del planeta o establecer una economía circular baja en carbono con fuentes de energía renovables es impensable de conseguir tan solo por el acuerdo de los gobiernos o de las grandes empresas. Tampoco tan sólo con la concienciación o la educación cívica. Es necesario alinear a los ciudadanos del mundo respecto a su comportamiento en cualquier decisión económica diaria (su consumo) y el resto de decisiones cotidianas (en el trabajo, viajes, tiempo libre, deporte, salud…), y eso hasta ahora se reducía a políticas de regulación hacia las empresas y educación para los ciudadanos. Ello es insuficiente, los objetivos se conseguirán mediante políticas de incentivos económicos para los ciudadanos, a través de los premios económicos ofrecidos por las empresas (RSC) y administraciones, en forma de aportación a la pensión.

En este sentido se armó la propuesta, que la AEFI (Asociación Española de Fintech e Insurtech) quiso presentar en comparecencia al Pacto de Toledo, pero que a sus señorías no ha dado tiempo a contemplar desde diciembre de 2016. Que tengan que innovar sobre pensiones, precisamente los parlamentarios que son quienes tienen las pensiones garantizadas, es una aberración más. Por cierto que ningún grupo parlamentario movió un dedo para que la propuesta fuese al menos escuchada.

Pues bien, sus señorías, se han equivocado de plano: la Comisión Europea en uno de los programas de innovación más exigentes del planeta (H2020) sí que ha visto la idoneidad de la propuesta y va a financiarlo como proyecto europeo, dentro del Reto Social 6: «sociedades innovadoras, inclusivas y reflexivas». Ya les avisaré, cuando un político español, de cualquier partido, baje del púlpito de la demagogia para interesarse de una manera real por la propuesta de innovación en pensiones, premiada en Europa y que acaba de firmar un convenio con China.

*Delegado de la AEFI en Pensiones, CEO de Pensumo

¿Pagará Amazon nuestras pensiones?

Amazon lanza la primera tienda física en la que no hay cajeros, sólo hay que bajarse antes la APP correspondiente, tomas lo que deseas y te lo llevas a casa. Por supuesto que no es gratis, pero no tienes que hacer cola. Así tienes más tiempo para “otras cosas”… Quizá para comprar más…

No sé qué pensarán de esto las miles de empresas tecnológicas que en la última década han estado innovando en los sistemas de pago: “paga rápido”, “paga fácil”, “paga desde cualquier lugar”… (Cómo si pagar hubiera sido alguna vez complicado). También sería bueno saber si están inquietas las grandes entidades financieras que invirtieron en mil y una tecnologías de vanguardia. Todo se ha resuelto: estás en el súper, tomas lo que deseas y te vas a casa: el Gran Hermano ya sabe lo que has hecho y como cobrarte de tu cuenta corriente. Surgen algunas preguntas para los marketinianos: ¿Qué pasa con la experiencia de cliente?… ¿O quizá esto sea la experiencia de cliente más estremecedora?

hucha recicla

A mí me gusta más pensar en las posibilidades del proceso inverso. No en el pago, si no en el ahorro: entras al súper y el Gran Hermano recompensa tu presencia, tu fidelidad, con una micro-aportación para tu futura pensión, que se repetirá cada día. Pero es solo el principio; esa misma tecnología, te premiará con otra aportación cuando recicles el vidrio, leas un libro, ayudes a una ONG, participes en una carrera o recojas las cacas del perro. Porque la única salida razonable a nuestra civilización es que los valores éticos y la RSC, se conviertan en el respaldo de un nuevo sistema económico: ni el dólar, ni el patrón oro, ni el bitcoin, lo más valioso  son nuestros escasos recursos planetarios y los comportamientos sostenibles. Si los podemos medir -vemos que Amazon ya está midiendo cosas más complejas-, la riqueza económica será sinónimo de justicia social. Trabajemos en ello.

José Luis Orós

Nuevos factores en la decisión de compra: nuevas formas de revolucionar el mercado

Durante décadas, las universidades y departamentos de marketing de las empresas, habían tenido claro cuáles son los factores que influyen en la decisión de compra del consumidor final: precio, calidad marca, proximidad, ubicación del producto… Esto se comenzó a complicar un poco en el momento que nació el ecommerce. Así empezaron a tener importancia otros factores como: envío gratuito, posibilidad de devolución, valoración de otros consumidores… En cualquier caso la presencia de estos nuevos factores y otros, no deja de ser una actualización de la situación anterior, es decir, cuando decimos que en la compra online influye una “navegación fácil” estamos trasladando la situación de “tienda ordenada y bien surtida” del comercio físico.

Actualmente para comprender este proceso decisivo de compra se tienen en cuenta otras cuestiones como: el tipo de consumidor (consideraremos aquí tan sólo al consumidor final), quién participa en el mercado o qué tipo de necesidad satisface. La respuesta a estas preguntas se ofrece tras tener en cuenta los factores culturales, factores sociales (roles),  factores personales (estilo de vida).

Pero el presente ya está obsoleto. Los consumidores de hoy -que son los mismos de ayer pero con nuevas necesidades- tienen nuevas necesidades permanentes que el Mercado debe resolverles con originalidad y determinación. La mejor manera de fidelizar a tu cliente es sorprenderle continuamente.

indicadores de Bienestar social2

Si el problema común de una mayoría de los consumidores es su incapacidad de ahorro futuro para la pensión, y las Administraciones públicas carecen de recursos para enfrentarse adecuadamente a este problema, deberá ser el Mercado de bienes de Consumo y también el Mercado Financiero, quienes den un paso al frente e incorporen incentivos económicos por compra (céntimos la mayoría de los casos) que “viajen a futuro” de su consumidor: A productos de ahorro garantizados y rentables. El pensioning pide paso, mientras grandes anunciantes se empeñan en gastar dinero para campañas que invitan a sorteos u otras intrascendencias… Empecemos a dar valor a las propuestas de auténtica RSC que procuran el beneficio de todas las partes: del usuario, del mercado y de la sociedad.

O eso o nos quedamos mirando cómo se desmorona nuestro felicísimo Estado del Bienestar…

José Luis Orós